Desde que llegué a Barcelona he escuchado recomendaciones de esta taberna, he pasado muchas veces por fuera, siempre llena de gente. Ayer nos animamos y decidimos ir a comer a "Paco Meralgo" con mi querida amiga
Liliana.
.Nos sentamos en la barra, comenzamos bebiendo dos cervezas alemanas de barril, Warsteiner. Fuimos atendidas por Julián, quien se transformó en parte importante del restaurant, servicio atento, rápido y chispeante, divertido. A algunos puede molestarles, nosotras nos reímos y disfrutamos a fondo.
Desde la barra puedes ver parte de la cocina. Hay pizarras con las sugerencias de la casa y la especialidad de cada día, la del viernes eran ous ferrats de pagés o huevos fritos de campo.
Nos dejamos tentar por una flor de calabacín rebozada y rellena de mozzarella
.Seguimos con unos "Pajaritos de la Huerta", calçots rebozados acompañados de salsa romesco.
Además pedimos un montadito de foie al oporto.
Todas las tapas resultaron de excelente calidad, muy bien preparadas. Nos quedamos con ganas de seguir degustando otras alternativas de la carta, pero ya no teníamos hambre. Terminamos nuestra comida con dos cafés y decidimos que regresaríamos por la noche. Pedimos que nos reservaran una mesa (sí, se puede), sólo había disponibilidad a las 23:15 hrs. La tomamos.
Paco Meralgo, II parte
A las 23:15 hrs volvimos al restaurant, había bastante gente esperando, apuntándose en una lista, el maitre acelerado corría de un lado a otro. Nuestra mesa era para tres, se sumó un comensal.
Nos sentamos y coincidencia, nos volvió a atender Julián. Saludó amablemente, con el buen humor que lo caracteriza. Me parece impresionante, rescatable y valorable, el trabajo de los camareros y cocineros, el turno partido, terminar de trabajar a las 16:00 y estar nuevamente ahí a las 20:00 hrs. con ánimo y buena disposición, este es tema para otro post...
Para beber optamos por una botella de Baldomà Selecció 2007 de Costers del Segre. Nos repetimos la flor de calabacín rellena de mozzarella y el montadito de foie . Además pedimos un montadito, hecho al momento, de steak tartar, este fue uno de mis favoritos de la noche.
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.Continuamos con una ración de pulpo de roca con cebolla confitada caramelizada. Lo acompañamos de pan con tomate, de los mejores que he probado, pan crujiente regado con un exquisito aceite de arbequina. Realmente bueno.
. .Después, dados de solomillo a la pimienta negra. La carne sabrosa y en su punto, la pimienta, aromática y picante, exquisito.
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Un carpaccio de atún, fresco, bueno, pero la salsa de soya dominaba el sabor de plato.
Ensalada de ventresca, tomates raff y cebolla, aderezada con mostaza a l'ancienne y ciboulette. La cebolla estaba suave y crujiente.
Finalizamos con "calamares a a llauna", excesivamente aliñados para mi gusto, se perdía el sabor del calamar con tanto ajo y pimentón dulce o paprika. Este fue el plato que menos me gustó.
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De postre degustamos una Torradeta de Santa Teresa, excelente torrija flambeada en la mesa... También había recuit de fonteta, lo pediremos en una próxima visita.
Los productos del Paco Meralgo están bien escogidos, son frescos y de primera calidad. La elaboración de tapas y montaditos es correcta, los platos llegan a temperatura adecuada, el trabajo de la cocina está muy bien. Las raciones son de tamaño justo.
Este restaurant abre todos los días de la semana, se puede reservar mesa y cuenta con zona separada para no fumadores, para mi un detalle fundamental.
El Paco Meralgo no se caracteriza por ser una taberna barata, pero la calidad de sus productos se paga con gusto. Nuestra cuenta fue de 30 euros por cada uno. ¡Conviene reservar!
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.Horario
Comida: de 13:00 a 16:00 horas
Cena: de 20:00 a 24:30 horas
C/ Muntaner 171
T: 93 430 90 27
http://www.pacomeralgo.com/